sábado, marzo 28, 2015

Breve entrevista a un novel historiador venezolano (3): Daniel Terán-Solano (y 2ª parte)



Conclusión de la entrevista al historiador Daniel Terán Solano, la primera parte puede verla acá. (Si el permiso del autor hemos tomado una foto de su perfil de facebook donde se demuestra que es el "historiador comehambuguesas").

5.  ¿Cuál fue su primer escrito como historiador o cuál fue el que más le gustó?

Quizás fue mi primer ensayo publicado, “El futuro es ya” en 1996, lo primero que hice como pichón de historiador. Fue el resultado de un concurso convocado en 1993 por una fundación denominada “Fundafuturo”, que pertenecía a un banco llamado Cavendes. Yo quedé en 5° lugar y el ensayo se publico en un libro colectivo llamado “El pensamiento de los jóvenes”. Yo proponía justamente para lograr el desarrollo de Venezuela dedicarnos firmemente a mejora la educación, invertir realmente en ésa área decisivamente, concentrando más recursos y atención como verdadera política de Estado, tal cual como Alemania o Japón. Era una propuesta utópica, pero me apoyaba mucho en la Historia para explicar mi proposición. Para un adolescente de 16 años fue una gran sorpresa salir en un libro. Hasta ahora es el único que tengo publicado. Pero el escrito que más me ha gustado hasta ahora es la ponencia que presenté para las XIV Jornadas de Historia de la UCAB en 2014, (“El primer gobierno democrático de inspiración católica en la Venezuela republicana: Rafael Caldera y Copei, 1969-1974”) porque fue un trabajo de investigación bien elaborado y estructurado desde mi punto de vista y al cual dedique mucho empeño. El día que lo presenté tuve el honor de contar entre el público con el historiador, el profesor Don Germán Carrera Damas, quién se mostró muy complacido y satisfecho por el resultado de mi disertación académica.

6.      ¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué?

Yo me considero un historiador ecléctico y revisionista. Ecléctico porque tomo por igual las aportaciones tanto del positivismo, como del materialismo histórico marxista, incluso del romanticismo, pues cada corriente tiene algún punto valioso que el historiador debe tomar en cuenta e integrarlo armoniosamente para su propia producción. Muchas veces el apego estricto a una corriente historiográfica limita al profesional de la Historia, le cercena su capacidad de análisis, porque quiere encuadrarlo todo en lo que él cree o aprendió como verdad absoluta, y eso no me parece muy correcto. Además, soy revisionista porque el historiador, pienso yo, debe cuestionar constantemente supuestos intelectuales que parecen doctrinas sagradas, y que al expandirse no sólo le hacen daño a la profesión y al gremio, sino a toda la sociedad. Se debe dejar la militancia de lado a la hora de escribir Historia, o al menos ser lo suficientemente honesto para reconocer que al hacer eso no hace entonces Historia académica, sino propaganda u opinión personal. Lo más fácil en el mundo intelectual es estar con un bando o un sector determinado. Lo verdaderamente difícil y virtuoso es aprender a conseguir un equilibrio.

7.      ¿Qué tiempo le dedica a la historia? 

Podría decir que más de la mitad de mi tiempo, mientras no duermo o camino, pues en el aula de clases, en los almuerzos con mis colegas y en los encuentros con mis alumnos, permanentemente hablo, converso o analizo la Historia. Cuando hay una noticia de interés, ya sea política, internacional o económica es casi inevitable que la mire desde el punto de vista de historiador, y cuando alguien me consulta sobre lo que pasa en la actualidad nacional o mundial, lo cual se ha vuelto algo frecuente, apelan a mi conocimiento de la Historia para que dé mi opinión. Y curiosamente aunque la Historia estudia el pasado, es amplia la gente que me pregunta: “¿Y qué va a pasar?” sobre el futuro inmediato.

8. ¿Cómo sobrevive siendo historiador?

Pregunta polémica. Yo sobrevivo, gracias a Dios, con los humildes sueldos que devengo como profesor universitario, los cuales me permiten modestamente aportar para el mantenimiento de mi casa, la alimentación y alguna que otra necesidad material. Al ser esta una profesión intelectual, sus beneficios son inmateriales y las satisfacciones no se miden justamente por lo “contante y sonante”, pero a pesar de ello, no me desanimo en el ejercicio profesional que con tanto gusto y honor desempeño.

9.      ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia?

Como tal no tengo “ritos” claros ni preestablecidos. Yo voy recopilando los libros y las anotaciones que tengo para ir hilvanando poco a poco un papel de trabajo o un ensayo académico. Escribo ciertas cosas en un cuadernito y finalmente llega un día que había planificado pasar únicamente escribiendo, y en él que empiezo a producir “a todo vapor” uniendo y entretejiendo las notas dispersas y las ideas que tenía, hasta empezar a construir un discurso más largo, elaborado y coherente. Así me mantengo mucho tiempo hasta que el hambre o el sueño me obligan a hacer una pausa. Como ahora trabajo en varios lugares poder disponer de esos días para el trabajo sistemático se ha vuelto muy difícil y apenas uso los fines de semanas largo o los asuetos extensos (Carnaval, Semana Santa y Navidad) para producir intelectualmente. Pero aún creo que mi nivel de producción es bajo. 

10.      ¿Para qué sirve la historia?

¡Uy! Pregunta compleja. Pues la Historia nos brinda identidad. Nos ayuda a saber y entender quienes somos porque nos indica de dónde vinimos y cómo llegamos al ahora. Asimismo la Historia es una fuente permanente de conocimientos sobre el Hombre, que a través de su paso por el tiempo, deja obras materiales e inmateriales, pero también innumerables elementos que muestran su propia condición. Es el mejor espejo donde podemos vernos a nosotros mismos. Y ese auto-mirarnos cumple también un propósito pedagógico, de aprendizaje: pues la Historia sirve también para enseñarnos lo que hemos hecho y también lo que no, tanto lo positivo como lo negativo, siendo en la sociedad algo tan útil como es en el individuo la memoria. Un momento feliz y glorioso o un momento terrible, doloroso y triste, se nos graba en la memoria y según lo benéfico o maléfico que fue, buscamos repetirlo o evitar que se repita. Así también sirve la Historia: al estudiarla bien podemos ver hechos, procesos y personajes positivos y negativos, y con lo que aprendemos de ella podremos escoger mejor qué cosas buenas replicar y a quiénes seguir e imitar, y por el contrario, qué cosas no reincidir y a quiénes rechazar. Con esa información de nuestro pasado, desde el presente podemos decidir qué pasos dar hacia el futuro. Por algo hace miles de años el gran filósofo chino, Confucio, afirmó: “Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro” y a mediados del siglo XX, el conocido estadista británico Winston Churchill dijo algo muy similar “Cuanto más hacia atrás se puede ver, más adelante resulta probable poder ver”. ¿Por qué tanto parecido en ambas frases? Me parece obvio, que a pesar de la diferencia de cientos o miles de años entre ambas y a pesar de provenir de distas culturas, en las dos frases se reconoce el valor, la utilidad y la importancia de la Historia de la misma manera como lo dijo el gran historiador venezolano Augusto Mijares: “Si de nuestra historia no sacamos ninguna lección dinámica, no hay por qué suponer que la encontraremos en otra parte.” Todas son verdades incuestionables que se entrelazan perfectamente y siguen hoy como reflexiones vigentes, y creo que lo son aún más para el caso de las actuales circunstancias nacionales o mundiales.

11.      ¿Tiene futuro la historia en general y en Venezuela?

¡Pues claro que sí! Mientras el hombre exista en este mundo, habrá Historia que hacer y también que escribir y analizar. Creo que es un muy buen momento para conocer y divulgar más del pasado, pues como dije antes, la Historia ayuda a dar identidad y aprender, y mientras la gente tenga esas necesidades y aspire a comprender mejor el por qué de su realidad presente y los cómo de su futuro inmediato, tendrá que recurrir a la Historia. Y allí también historiadores que brindarán su humilde pero muy necesario aporte.

12      ¿Qué piensa su familia de su condición de historiador?

En general me han apoyado y respetado. Mi padre quería que yo fuera abogado y de la UCAB, porque es una carrera que otorga mayor solvencia económica, pero finalmente aceptó mi decisión. Mi madre también respetó mi decisión y la apoyó, sobretodo porque nuestro abuelo materno, Don José Gregorio Solano, era un gran apasionado de la Historia, y al escoger yo el camino de la Historia de verdad-verdad, generó en buena parte de la familia materna una gran alegría y orgullo. De hecho, algunos primos me dicen “El historiador de los Solano”

13.      ¿Sus mejores amigos son historiadores?

Bueno, podría decir que sí. Carlos Balladares por ejemplo, es un hombre que admiro y aprecio muchísimo. Maestros y colegas profesionales y de trabajo como son los profesores Julio López y Rodrigo Fernández me han otorgado el honor de su amistad. Otros no son historiadores, pero tienen una inclinación natural hacía la Historia (son humanistas) y a lo largo de nuestra amistad ha jugado un papel importante el conocimiento de lo histórico, tales como Daglhier Abreu, abogado; Guillermo Aveledo, politólogo; Leopoldo González, periodista o Alfredo Jurado, educador.

14.  ¿Tendría una novia historiadora? ¿La ha tenido? ¿Funcionó?

De hecho, de las tres novias formales que he tenido en total, tuve dos novias historiadoras. Eran compañeras de estudio en la Escuela de Historia de la UCV que unieron destinos amorosos conmigo un cierto tiempo. Al principio era curioso para mí tener de enamorada a una futura colega, porque para mí hasta esos momentos eran escasas las mujeres conocidas que tuviesen sincero interés por la Historia. Y bueno, pasó el tiempo y como terminamos la relación, podríamos decir que no funcionó tener una colega profesional como novia. Sin embargo, me resulta curioso lo siguiente: mi última novia que no era historiadora sino estudiante de Derecho, sí mostró una mayor devoción e interés por la Historia que las otras dos que tuve antes, que si se estaban formando profesionalmente en ésa área, y disfrute muchísimo ese gusto por la Historia de la que sería una futura abogada. Pero en todo caso, lo que determina una relación no es precisamente las afinidades intelectuales-profesionales, sino el amor, esto es: cariño, compresión, confianza, comunicación y mucho respeto.

15.  ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

Debido a las clases que doy, estoy trabajando poco a poco en la creación de manuales de Historia para nivel universitario, con miras también para la divulgación general. Pienso que la Historia debe popularizarse más, llegar masivamente a las personas, para que así conozcan su importancia y se familiaricen con sus contenidos. Así como Carl Sagan o Neil DeGrasse Tyson lo han hecho con la Ciencia en general y con la Astronomía en particular, o Fernando Savater lo ha hecho con la Filosofía, hace falta un divulgador de la Historia en nuestros tiempos. Eso, poco a poco vendrá, Dios mediante.

16.  ¿Piensa abandonar la historia algún día? ¿Por qué?

No, ¡jamás! La Historia es mi vida, con ella vivo y me mantengo, gracias a ella soy lo que soy, y mientras Dios me dé fuerza, vida y salud, continuaré y trabajaré en esta actividad tan bella y tan honrosa.

17.  Recomiéndeme más de 2 historiadores jóvenes que deberíamos entrevistar.

Le daré varios, para que tenga bastante gente que entrevistar:

·         Ysrrael Camero: Historiador egresado de la UCV y profesor de la Escuela de Economía de la UCV

·         Sócrates Ramírez, Alberto Hoyos y Alejandro Cardozo Uzcátegui: todos egresados de Historia en la ULA y también, todos profesores del Departamento de Ciencias sociales de la Universidad Simón Bolívar.

·     Francisco Alfaro y Guillermo Aveledo Coll: politólogos de la UCV, pero especializados en Historia de las ideas políticas.

18.  Ahora invente una pregunta, la hace y se responde a sí mismo.

¿Qué historiador ha marcado influencia en su vida? Yo creo que Manuel Caballero, y en menor medida Mario Briceño Iragorry. 

19.  ¿Qué otras preguntas deberíamos hacer en esta entrevista?

¿Cuál es su área o rama de la Historia favorita y por qué?
¿Cuál es su historiador preferido y por qué?
¿Qué libro de Historia recomienda y por qué?

20.  Puede hacerle una pregunta al entrevistador

¿Cuándo escribimos un libro de Historia juntos?

Respuesta de Profeballa: 

Cuando usted quiera querido amigo. Vamos a establecer el plan y la fecha del primer borrador comiendo hamburguesas. 

3 comentarios:

Tesoreriando y Algo más dijo...

Excelente entrevista Carlos. Estaré leyendo las demás entrevistas, muy interesantes los aportes que cada uno brinda a la nación.

Profeballa dijo...

Me alegro que le guste. Espero sus sugerencias para mejorar.
Un abrazo.

Tesoreriando y Algo más dijo...

Carlos, sería excelente poder entrevistar más adelante al Licenciado Bario Buffone, quien es Docente en Ciencias Sociales egresado de la Universidad Nacional Abierta. Tiene un blog denominado "Obras de la Democracia".

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